"En el Tiempo del Sueño, todos los elementos de este mundo se encontraban dormitando bajo la superficie terrestre, esperando su turno para ser nombrados. El territorio y sus moradores tenían que existir primero como un concepto en la mente, y era el resonar de la palabra elegida por los Ancestros la que los hacía existir.

En el otro lado del globo, se cantaba un poema en el que los árboles se alzaban de la tierra adoptando la formación de las principales letras del alfabeto, para librar una Batalla liderada por las lenguas y en las cabezas de los sabios. Un panteísta pronunciaba las sílabas 'abracadabra' para sanar del mal que le aquejaba y Sócrates escuchaba a unas cigarras cantando secretos de su vida pasada.

En un presente desprovisto de sortilegios y regido por la más estricta lógica, esta exposición se plantea como una reivindicación de la poesía como aparición y de la naturaleza como reducto mágico. Así, la sala se convertirá en un lugar sensorial y atmosférico en el que coincidan dibujo, vídeo, textil y sonido.

Un telar ubicado en la sala personificará esa vegetación enmarañada de La Batalla de los árboles. Un bosque que parece hablar y que funciona como caverna platónica que oculta a los verdaderos propietarios de las voces que escuchamos",

“Esas coreografías vocales llenas de palabras irracionales o eventos simbólicos eran las más importantes y veneradas, las que llenaban el vacío que separaba al cuerpo de la voz, y eran capaces de dirigirse al Mundo.”
―Blanca Gracia, 2020